Cuando este libro llegó a mis manos estaba pasando por uno de los momentos complicados que ha tenido mi vida. 

Llegó a mis manos para darle nombre a la hormona que ocupaba mi cuerpo desde hacía dos años: Cortisol. 

Como bien define Marian Rojas, la autora del libro, el cortisol es la hormona del estrés, y se segrega en momentos de alerta o amenaza. Su utilidad reside en que nos ayuda a hacer frente a los desafíos, a los retos y a las amenazas con mecanismo de lucha o huida.

Parece lo más normal del mundo, que en el trabajo se tenga que estar alerta para poder solucionar los diferentes desafíos que aparezcan en el día, de la manera más rápida y eficaz. El problema es cuando ese estar alerta se convierte en el pan de cada día, 24 horas al día 7 días a la semana. Cuando ir al trabajo se traduce en apagar fuegos desde que te levantas hasta que te acuestas, porque la mente y el cuerpo no distinguen una amenaza real de una imaginaria, es decir, que cuando comienzas a darle vueltas a cosas que pueden ser y no sabes si serán, el cuerpo también genera cortisol. 

No se deben rumiar pensamientos negativos, todo aquello que no puedas solucionar en los próximos 5 minutos no debe ocupar espacio en tu pensamiento.

Y aunque el cortisol es una hormona muy importante para el organismo, en exceso puede ser perjudicial. Es decir, liberar cortisol de manera constante modifica la respuesta del sistema inmunológico e inflamatorio. De ahí que cada dos por tres enfermara con anginas o infecciones de orina.

En Mayo de 2021 comenzaron a salirme ronchas por todo el cuerpo, me hicieron todo tipo de pruebas sin llegar a detectar de donde salían. No era ningún tipo de alergia y una analítica de 5 botes de sangre decía que todo estaba normal. Mi médica me informó que podría ser que estuviera desarrollando una enfermedad autoinmune, pero no llegaba a los niveles como para realizarme más pruebas. 

Leyendo este libro descubrí que un cerebro estresado se inflama y que un nivel de inflamación latente es la base de muchas enfermedades autoinmunes. Voilá, después de miles de pruebas un libro me contestó a mis sospechas. Mis niveles de estrés y de cortisol en sangre eran las culpables de las ronchas que aparecían en mi cuerpo sin motivo aparente y que desaparecieron con corticoides.

Este libro me ha demostrado que la mente es clave en nuestra salud, que la salud mental implica directamente nuestra salud física, y que cuando nuestra cabeza no puede más nos avisa con medios físicos para que pongamos fin a la situación que nos perjudica.

Coincidió que estos dos años de niveles de cortisol alto han sido los mismo dos años de pandemia y post-pandemia. Han sido dos años de tener a la familia lejos y de eliminar el contacto físico casi por completo. De ahí que me viera casi a las puertas de la depresión, y me inundara en la desesperación. La culpable: la falta de oxitocina para paliar los altos niveles de cortisol.

La oxitocina es la sustancia que se activa en el organismo cuando recibimos una muestra de confianza, por eso, todos los momentos en los que se segrega oxitocina están ligados al desarrollo de los lazos humanos. Y por eso, cuando se libera esta hormona tendemos a ser más generosos y más atentos. 

La oxitocina es conocida como la hormona de los abrazos, ya que estos curan, reconfortan, generan paz y mejoran el estado de ánimo. 

Este libro hace un repaso por todos los aspectos que son clave para la generación de estas hormonas, como los vínculos afectivos, como afecta a hombres y a mujeres, como funcionan en función del apego recibido y la relación con nuestro círculo más cercano, así como, su relación directa con nuestra educación, el amor y el placer.

También nos ofrece herramientas para gestionar la segregación de estas hormonas, como la importancia de la empatía y el contacto físico. Nos enseña como utilizar la oxitocina en nuestro día a día, como sanar las heridas cicatrizadas, mal curadas o el apego inseguro. Nos enseña como elegir bien a nuestras personas vitamina, a través de lo que la autora llama la teoría de la pirámide, pero sobretodo nos enseña a identificar a una persona tóxica y a una persona vitamina. 

Quiero dar desde aquí la enhorabuena a la autora por como me ha hecho entender de una manera sencilla todo lo que venía sufriendo en este tiempo atrás y sobretodo por ayudarme a crecer, a salir de la zona de confort e identificar que me producía cortisol y quienes son mis personas vitamina, en definitiva, a entenderme a mi y a los que me rodean, pero sobretodo como me ha enseñado a ser persona vitamina.

Puedes encontrarlo en cualquier librería, pero te dejo el enlace a amazon por si quieres adquirirlo por ahí.

emecelege

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